¡HOLA DE NUEVO!

¡Hola a todas!  Esta segunda parte del blog hace referencia al inicio de mi último curso de la carrera, así que para las personas que sean n...

domingo, 2 de octubre de 2022

PLE

¡Hola a todas! 😊

Para seguir con los temas que estamos tratando en clase, hoy os traigo un poquito de información con un toque personal como ejemplo de la teoría, ¡vamos a ello!

El tema de la entrada que nos ocupa se centra en los Entornos Personales de Aprendizaje, a partir de ahora PLE o PLEs (por sus siglas en inglés; Personal Learning Environment/s). Para hablar de ello es necesario entender el cambio de paradigma que ha ido teniendo lugar en la última década y que encuentra su inicio, según Esteve y Gisbert (2011), con la puesta en marcha del proceso de creación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y su intención de aunar fuerzas y objetivos para conseguir una educación superior común y de calidad en todo el continente. 

Pero este proceso no simplemente ha supuesto un ajuste de procedimientos y criterios a nivel europeo, sino que plantea un profundo cambio en el paradigma educativo, centrando la educación en el estudiante, en las competencias que debe desarrollar y en los procesos de adquisición y construcción de ese conocimiento (Michavila y Esteve, 2011). En este escenario, las Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) pueden desempeñar un importante papel [...]. ³

Con estas palabras se puede comprender por qué estamos viendo este tema en clase, con el nuevo paradigma que estamos presenciando y el cambio en la forma de vivir y, por tanto, en las necesidades de las personas, surge la necesidad de integrar las TIC en nuestro modelo educativo (entre otras cosas) de forma adecuada a nuestro contexto. Ya no hablamos sólo en infantil, sino de la formación superior, que con suerte proporcionará a futuras docentes las destrezas y conocimientos que necesitan para desenvolverse correctamente y transmitirlo así al alumnado. Además,  el cambio educativo pasa por centrar el proceso de enseñanza-aprendizaje en las estudiantes, dejando atrás la acumulación de conocimientos a la que estábamos acostumbradas para pasar a actitudes de aprendizaje permanente y activa que nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas. Esta forma de pensar es algo que hemos estado viendo durante toda la carrera, usualmente dirigido a infantil, y siempre he creído que sería necesario que estos valores que tanto apreciamos en esta etapa se expandiesen a otros niveles, sobre todo en lo que respecta a la educación superior de personas que van a trabajar de cara a otras. 

En este aspecto, encontramos mucha diversidad en el papel de las TIC en la educación superior, pero nos vamos a centrar en el uso de herramientas digitales para el desarrollo de competencias para poder hablar de los PLEs. Estas herramientas generan entornos tecnológicos que permiten la formación de redes formativas y sociales que hacen posible el trabajo colaborativo dentro y fuera de las aulas, y conocer y trabajar los PLEs nos ayudará a definir dichas herramientas dándonos la oportunidad de aprender y desarrollarnos personal y profesionalmente. 

Entonces, ¿qué es un PLE?

Los Entornos Personales de Aprendizaje, en inglés, Personal Learning Environments  (PLE), son el conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender. Siguiendo la idea de Attwell (2008), un PLE se conforma entorno a aquellas herramientas que nos permiten tres  procesos cognitivos básicos: leer, reflexionar y compartir, y por tanto es necesario  configurar nuestro PLE, teniendo en cuenta tres elementos: herramientas y estrategias de  lectura, herramientas y estrategias de reflexión, y herramientas y estrategias de relación (Adell y Castañeda, 2010). ³

Es decir, que el entorno personal de aprendizaje incluye tanto aquello que una persona consulta para informarse, las relaciones que establece con dicha información y entre esa información y otras que consulta; así como las personas que le sirven de referencia, las conexiones entre dichas personas y él mismo, y las relaciones entre dichas personas y otros que a la larga pueden resultarle de interés; y, por supuesto, los mecanismos que le sirven para reelaborar la información y reconstruirla como conocimiento, tanto en la fase de reflexión y recreación individual, como en la fase en la que se ayuda de la reflexión de otros para dicha reconstrucción. 2

Estos nos aportan un nuevo enfoque sobre cómo utilizar las TIC, en el presente y a lo largo de la vida, yendo más allá del mero uso de las mismas para promover cambios en las prácticas educativas habituales, tanto a nivel personal como colectivo. La necesidad de utilizarlos viene dada al comprobar que la integración de las TIC en las aulas es deficiente en muchas ocasiones en cuanto a que se realiza en un ambiente educativo heredado de otro tiempo, con unas prácticas a las que estamos acostumbradas pero que se contradicen con los supuestos que subyacen a los nuevos elementos tecnológicos del contexto.


Hay evidencias (tenéis ejemplos en las lecturas referenciadas) de que la simple integración de las TIC no es efectiva, sino que más bien reproduce las dinámicas y resultados de las aulas tradicionales, por lo que el cambio metodológico es necesario sí o sí. ¿Por qué? Pues porque aprendemos de forma diferente, y porque ese aprendizaje ya no siempre se produce entre cuatro paredes, sino con la observación de las demás y la interacción con ellas, experimentando y equivocándose, leyendo… Básicamente, viviendo el nuevo panorama informacional y relacional de las personas. Y es necesario adaptarse. 


Volvemos a ser conscientes de que aprendemos a diario en contextos diversos, de numerosas fuentes y de múltiples formas, que enriquecen nuestros conocimientos, habilidades, competencias, actitudes y valores. Los entornos en los que aprendemos, las fuentes de información, de relaciones personales y experiencias, han sufrido cambios importantes en los últimos cincuenta años, pero con las TIC se han transformado de forma radical en los últimos años. 

La internet es hoy día la mayor fuente de información y el entorno más importante de aprendizaje sobre muchísimos temas, y no sólo porque contenga mucha “información”, sino porque “conecta” a muchas personas y les facilita la comunicación entre sí. 2


Ya no sólo consumimos información, las TIC permiten también crear, publicar y compartir en un mundo en el que los límites de la educación (formal, no formal, reglada o no) son cada vez más difusos, y que demanda de esa expansión, transparencia y permeabilidad de los entornos educativos. Es decir, que no hay que integrar las TIC de manera ruda e inmediata, ya que lo haríamos en un proceso de enseñanza-aprendizaje formal y estandarizado, sino que hay que asumir que vivimos entre ellas, que las interacciones y la comunicación que enriquecían estos procesos se producen ahora de forma contínua e incansable en todo nuestro alrededor, y actuar de forma coherente con ello cambiando todo desde los cimientos. 


Para no llevaros a una equivocación, quiero aclarar que un PLE es un concepto, una forma de entender nuestra relación con las TIC y que nos empuja a un pensamiento parecido al aprender haciendo, es decir, usándolas para aprender sobre ellas, y por eso supone un cambio cuando hablamos de integrar las TIC en las aulas. 


De otro lado, existe una línea de pensamiento que ha ampliado la perspectiva, sacando el foco de atención de la tecnología y redirigiéndolo al ámbito del aprendizaje de las personas (Attwell, 2007, 2010; Waters, 2008; Downes, 2010). En dicha línea de trabajo se entiende el PLE como una idea pedagógica, como una práctica de las personas para aprender valiéndose de la tecnología. Pero sobre todo se entiende como una forma de ver el aprendizaje con la Internet, sus relaciones, dinámica y naturaleza. 2


Y también quiero anotar algo que me parece significativo, y es que un PLE es personal, aunque parezca obvio, y que cada uno es diferente al anterior. No se definen herramientas, servicios o aplicaciones web, fuentes o contenidos, sino que serán las necesidades y la actividad de cada persona, con sus elecciones, afinidades y contexto, las que definirán su PLE. Además, hay procesos mentales que se consideran un motor del aprendizaje en infantil (crear, autorregularse, tener curiosidad, autoestima, comunicarse…) y que deberían estar presentes en la experiencia de aprender y en la capacidad de hacerlo de forma autónoma en todos los niveles, y que el PLE rescata y realza para llevarlos a un primer plano, lo cual me parece de lo más acertado. 


Entonces, ¿qué necesitamos tener en cuenta para hacer nuestro PLE


Construir el propio PLE implicaría entonces, buscar, seleccionar, decidir, valorar y, en suma, construir y reconstruir la propia red de recursos, flujos de información, personas con ideas y opiniones interesantes, etc. Implica conectar y comunicarse con personas con los mismos intereses. Pero también no encerrarse en guetos ideológicos o temáticos. Cada invitación de un amigo/a o colega a sumarnos a una red social, a usar una herramienta de comunicación, a leer un blog, etc. constituye una invitación a enriquecer nuestro PLE y, por qué no, a formar parte del suyo a través de su red personal de aprendizaje. 2

De esta forma, establecemos un mapa de cómo aprendemos, una estructura diseñada por y para nosotras que nos ayuda a averiguar más sobre nuestro aprendizaje y, por lo tanto, a potenciarlo al máximo. 

Teniendo en mente todo esto, ya podemos comenzar con el ejercicio reflexivo que suelo hacer en estos posts. 

En primer lugar, considero que, de cara a enfrentarse al mundo digital, la elaboración de PLEs presenta una ventaja clara en cuanto a que es la herramienta más adecuada para saber cómo aprender las personas y actuar en consecuencia. Para la comunidad educativa (alumnado, familias, equipo docente…) y el centro, supone una forma de conocer mejor al alumnado para poder adaptarse e incluirlo en toda su diversidad, ofreciendo un camino educativo adecuado a su forma de aprender y ver el mundo, y poniéndolo en el centro. Pero no hay que olvidar que también es una herramienta útil para las personas adultas que conforman dicha comunidad ya que, a parte de acercarse entre ellas por el bienestar del alumnado, aprenderán sobre sí mismas y serán capaces de detectar fortalezas y debilidades de su persona que les ayudarán seguir aprendiendo, corrigiendo y adaptando sus formas de ser según sus objetivos vitales. 

En segundo lugar, siempre tengo mis reticencias en cuanto a introducir las TIC en el aula, pero en esta entrada y la investigación que me ha supuesto he podido descubrir que quizá sea el PLE la manera de empezar. Esto supondría un cambio a nivel de aula, siendo esta más tecnológica, que no se diferenciaría de la tradicional por usar simplemente herramientas digitales, sino por el cambio de perspectiva que supone el uso de los PLEs en cuanto a metodología y formas de entender la educación. Y esto es lo que me interesa de verdad; una educación sin el límite de las paredes, individualizada, práctica, activa y globalizada, y debo admitir que de la forma que se plantea en las lecturas que he podido hacer suena muy factible. Además, en lo que se refiere a la actividad docente y, concretando más, a mi caso, creo que la realización de un PLE me permitirá detectar dónde reforzar mi formación y, en consecuencia, por dónde llevar mis proyectos educativos. Es raro en mí no encontrarle pegas a un tema, pero la verdad es que me he convencido de su utilidad, no voy a mentir, así que voy a proceder a compartiros mi PLE aún a riesgo de quedar en evidencia por anticuada, ¡allá voy!

Todo empezó con este esquema que hice en clase, en el que podéis leer las aplicaciones que uso: 

Y terminó con este diseño en Canva, mucho más visual:

No he añadido mi foto por motivos personales, pero de igual forma podéis ver mis nefastas habilidades con esta página de diseño. 


Los recursos referidos estrictamente al aprendizaje los encontramos abajo a la derecha del mapa visual, en el apartado estudiar. Creo que todo lo que hay reflejado ahí está dirigido a la educación formal, pero la informalidad de algunos de los medios me lleva a confusión ya que, por ejemplo, el correo electrónico y el calendario los uso también en otros ámbitos más informales. Utilizo la plataforma de Google en todas sus formas (incluso el traductor y el calendario), páginas de diseño como Canva, y otras como Youtube para completar algunas informaciones o visualizarlas. Me ha faltado Moodle, en referencia a la página de la universidad, y el Schoolar Google que es donde realizo las búsquedas más serias. Sea como sea, y aunque ahora viéndolo me parece escaso, lo cierto es que es en este ámbito donde más uso las TIC. Creo que es razonable al tener que estar siempre conectada para poder seguir el ritmo del curso, pero me gustaría que mis destrezas on-line fuesen un poco más allá, ampliando la gama de aplicaciones, programas, etc., y fomentando un aumento de mis capacidades al respecto. Sin embargo, siento también un poquito de orgullo al no tener una explosión de elementos en este mapa visual de mi PLE, mi relación de amor-odio con la tecnología me ayuda a mantener algunas zonas oscuras de la red (como Tik Tok) lejos de mí, y aunque pueda parecer extraño y tenga también la ambición de mejorar este entorno personal de aprendizaje, lo prefiero así. 


En cuanto a mi futuro como docente este PLE me sigue representando: por un lado, espero poder mejorar como ya he comentado, pero por otro también me gustaría mantener los pies en la tierra y más cerca de la realidad para ofrecer a mi alumnado lo mejor de los dos mundos; el digital y el natural. Para mejorar este entorno creo que debo comenzar por un trabajo personal que me acerque a las TIC, para pasar a una integración paulatina de las mismas conforme las vaya utilizando y entendiendo, haciendo así también una criba a la hora de introducirlas en el aula. Espero que la formación que me queda por delante me siga retando como hasta ahora y proponiendo más recursos y herramientas digitales o tecnológicas. 


Por último, ser consciente de mi PLE me aporta beneficios como los que se han tratado al inicio de este post, por ejemplo: he podido comprobar que tanto en mi parte creativa como en el ámbito de compartir, se encuentra una composición muy visual. Más concretamente, a la hora de crear, utilizo muchas imágenes y editores de imagen, la fotografía (alejada de lo profesional) es una parte muy importante de mí, y a la que tengo especial cariño, pero nunca había pensado que mis aprendizajes pasaran por ahí, por lo que creo que podría realizar algunos cambios en mi persona y mis rutinas y empezar a integrar las imágenes a la hora de estudiar, y seguramente la información me llegue mejor. También se confirma que mi relación con lo tecnológico y digital es más bien escasa, algo que ya voy viendo durante estas semanas que no puedo dejar de lado si quiero estar al día en educación, sólo espero poder seguir descubriendo cositas que me ayuden a una futura integración de las TIC en el aula. 


Si al final sucumbo al poder de las TIC os avisaré, porque aunque la Escuela Viva es lo que me llama de verdad, de momento están empezando a ponerse interesantes, y el PLE ha sido una muy buena manera de tomar conciencia de ello, así como una herramienta que será, en mi opinión, definitiva a la hora de introducir las TIC en el aula de forma adecuada y respetuosa de forma que potencien los PLEs del alumnado (elevando el nivel de sus aprendizajes, cada vez más globalizados) y del resto de la comunidad docente si se da el caso. 


Y a vosotras, ¿qué os ha parecido? ¿ya habéis hecho vuestro PLE? ¡Contadme vuestras experiencias en comentarios!


Os dejo por abajo las referencias como siempre, espero que os resulten útiles. Nos leemos pronto 👀


¡Un saludo! 💜


Referencias:

1. Castañeda, L. y Adell, J. (2013). La anatomía de los PLEs. En L. Castañeda y J. Adell (Eds.), Entornos Personales de Aprendizaje: Claves para el ecosistema educativo en red (pp. 11-27). Alcoy: Marfil. Recuperado de este enlace

2. Adell, J. y Castañeda, l. (2010). Los Entornos Personales de Aprendizaje (PLEs): una nueva manera de entender el aprendizaje. En Roig, R. y Fiorucci, M. (Eds.) Claves para la investigación en innovación y calidad educativas. La integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y la interculturalidad en las aulas. Alcoy: Marfil. Recuperado de este enlace

3. Esteve, F. & Gisbert, M. (2011). El nuevo paradigma de aprendizaje y las nuevas tecnologías. Revista de Docencia Universitaria, 9(3) Disponible en este enlace

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