¡HOLA DE NUEVO!

¡Hola a todas!  Esta segunda parte del blog hace referencia al inicio de mi último curso de la carrera, así que para las personas que sean n...

jueves, 14 de octubre de 2021

EL MODELO HOLÍSTICO DE COMPETENCIA

 ¡Hola a todas! 💜


La reflexión de hoy va relacionada con el modelo de competencia docente holística para el mundo digital que se presenta en el artículo de referencia que se nos ha planteado en clase. Hemos trabajado en grupo para una mejor comprensión del mismo, y a continuación podéis ver un esquema muy visual que lo resume:


Para aclarar un poco las ideas respecto a este modelo, voy a intentar explicar de forma más resumida las ideas del artículo sobre la Competencia Digital Docente (CDD) y los puntos que la componen;


  • Generador y gestor de prácticas pedagógicas emergentes: en este aspecto, es necesario comentar que la persona docente debe estar siempre informada sobre metodologías, pedagogías y procesos educativos que van surgiendo con el constante cambio y evolución social de nuestro mundo. Esto le permite tomar decisiones y actuar de manera adecuada y eficaz en el aula y en su ámbito profesional. Para ello, y en base al auge de las TIC y su creación de nuevos entornos de comunicación, debe trabajar su capacidad para utilizarlas y así enriquecer los modelos metodológicos clásicos, respondiendo a las necesidades del alumnado respecto al uso de las mismas y aprovechando las infinitas posibilidades de actuación que ofrecen en el aula. Esto tiene que hacerse sin perder de vista planteamientos socio-constructivistas y situando al alumnado como centro del aprendizaje, de forma acorde con las corrientes pedagógicas (tanto tradicionales como emergentes) que defienden estos ideales. 


Un docente con un alto nivel de competencia metodológica en el mundo digital no solo es capaz de usar las TIC para «enriquecer» sus estrategias didácticas 

habituales, sino también de proponer y desarrollar prácticas innovadoras basadas 

en las posibilidades que brinda la tecnología (Gisbert y González, 2016).


  • Experto en contenidos pedagógicos digitales: en este punto se hace referencia al conocimiento pedagógico (toda la formación “habitual” que recibimos) y su especialización disciplinar. Lo que se plantea es fomentar este contenido disciplinar con la tecnología disponible llegando a relacionar el conocimiento tecnológico, pedagógico y de contenidos, es decir;


El conocimiento que tiene un profesor competente sobre cómo utilizar eficazmente la tecnología disponible para ayudar a desarrollar en los estudiantes una determinada competencia relacionada principalmente con los contenidos. (Prendes, Martínez y Gutiérrez, 2008)


Con esto entiendo que lo que se quiere es que el personal docente se especialice en el uso de las TIC, para así poder transmitirlo y potenciar su conocimiento pedagógico y la aplicación del mismo en el aula, adaptándose a las necesidades del alumnado del siglo XXI. 


  • Práctico reflexivo aumentado: 


Dentro de las concepciones clásicas de la acción docente, se concibe al maestro como un profesional reflexivo o investigador (Cochran-Smith y Lytle, 1999; Escudero, 2005), capaz de reflexionar-en-la-acción y, posteriormente, reflexionar-sobre-la-acción. (Schön, 1984)


Aquí se resalta la importancia de la reflexión sobre el propio ejercicio práctico de la docencia; la práctica reflexiva. De esta forma, no solo se tiene en cuenta la teoría, sino que cobra más protagonismo el desarrollo de un conocimiento práctico a través de la experiencia, recopilando evidencias y poniendo en duda las teorías implícitas, creencias, valores y artefactos que se usan de forma habitual, fomentando así su mejora. En el ámbito de las TIC en el que nos encontramos, esto quiere decir que la persona docente debe saber sacar provecho de las mismas y de las posibilidades de interconexión que estas pueden aportar a su investigación y reflexión educativa, mejorando los procesos que deberían subyacer a su práctica. 


Eso supone «permitir» que las tecnologías y los procesos típicos de la investigación en el mundo digital permeen en cada una de las fases de la práctica reflexiva sistematizada, tanto en el análisis del contexto o la revisión de la literatura, como en el prototipado y en la evaluación de la respuesta dada o documentando el proceso. (PeñaLópez, 2013)  


  • Experto en entornos enriquecidos de aprendizaje personal y organizativos: esta es una fuente de desarrollo profesional del docente que reside en su capacidad de aprender; tanto de las fuentes científicas como de la práctica docente propia y ajena. Al intervenir las TIC directamente en el contexto en el que nos encontramos, estas se deben integrar directamente en ese proceso de formación y aprendizaje científico y social, fomentando la capacidad de la persona docente para crear, gestionar, enriquecer, ampliar y adaptar su propio entorno personal de aprendizaje. De esta forma se consigue transformar el entorno personal y organizativo, mediante un estado permanente de aprendizaje. 


  • Sensible al uso de la tecnología desde la perspectiva del compromiso social: si en algo estoy de acuerdo con la formación que recibimos en la universidad es en la forma de compromiso social que tiene nuestro papel como docentes, una de las más obviadas en todos los discursos, en este caso, en el que se refiere a la competencia digital docente. 


Si entendemos al docente como el profesional de la educación que cualifica, socializa y subjetiva a la persona (Biesta, 2010), tenemos que pensar en un docente sensible a los imperativos sociales y éticos de su tiempo (Escudero, 2005). La subjetivación consiste en educar sujetos críticos, capaces incluso de superar intelectual y funcionalmente los propios límites de su socialización, algo que en nuestros tiempos pasa ineludiblemente por una posición crítica por parte del profesorado ante las condiciones, políticas y discursos de injusticia, desigualdad y deshumanización. (Martínez Bonafé, 2001)


Es por esto necesario que la persona docente entienda el papel de la tecnología como herramienta de compromiso social, es decir, creadora de cultura de la competencia mediática, sabiéndola usar y entendiendo que es parte del panorama de producción cultural del estudiantado y de su entorno social inmediato. Además, debe ser consciente de las consecuencias de su uso, que se reflejan en el aula, y del potencial que tienen dichas tecnologías para el cambio social. Es decir, debería ejercer como modelo para formar a una futura ciudadanía digitalmente crítica, reflexiva y comprometida, usando las TIC desde el conocimiento informado y la «alfabetización crítica». 


  • Capaz de usar la tecnología para expandir su relación con la familia y el entorno del estudiante: este punto se centra en la faceta del profesorado más cercana al alumnado como ser social, planteándolo como un agente comprometido con el estudiantado, que ayuda a coordinar los esfuerzos de los entornos (familia, amistades, centro, barrio) para mejorar las condiciones del mismo, para ofrecerle experiencias positivas de relación humana y social.  


A pesar de los cambios, familia, escuela y comunidad son las esferas sociales de influencia básica de los jóvenes y las interacciones entre estas esferas deberían coordinarse y complementarse en pro de la educación de los estudiantes. (Epstein, 2010)


En este sentido, las herramientas TIC han aumentado y diversificado las posibilidades de comunicación entre los contextos que rodean al alumnado por lo tanto, la persona docente debería estar preparada para servirse de estas herramientas que proporcionan nuevos y efectivos métodos de comunicación. 


Mi opinión personal sobre estas competencias incluso a mí me resulta confusa. Por un lado, me resulta incómodo todo aquello que no tenga en cuenta el lenguaje inclusivo, por lo que este artículo ya de entrada me cojea un poco. Sin embargo, hay mucha razón en la implicación que se demanda a la figura de la docente, ya que sí que considero que debemos estar informadas y formadas de forma permanente. Por el contrario, no creo que sea necesario ir mucho más allá con las TIC en el aula, si bien es cierto que nos sirven para sortear algunas brechas socioculturales o económicas y para favorecer una comunicación y organización entre todos los contextos de desarrollo del alumnado, creo que a los grupos de edad a los que nos dirigimos es necesario aportarles libertad y realidad, jugando en contacto con el entorno y alejándoles un poco de los contextos urbanos y tecnológicos más usuales, promoviendo un cambio que es necesario en nuestras sociedades. Creo más en la educación en contacto con la naturaleza y las personas, en lo manipulativo y lo lúdico y, sobretodo, en la educación en valores positivos y democráticos que se promueve desde la estas metodologías y que considero que escasea en el contexto de las TIC. En resumen, creo que una intervención para la competencia digital debería estar muy medida e incluso restringida, centrándose más en la alfabetización mediática (que es muy necesaria) y no tanto en la introducción de estas herramientas en el aula, ya que ocupan gran parte del resto de los contextos de desarrollo de los niños/as. 


Toda la información (menos la de mi opinión personal) la he extraído de los artículos que se nos han proporcionado en clase. Os dejo algo de bibliografía por si os ha interesado el tema y os apetece informaros un poco más:


Tejada Fernández, J. (2011). Competencias docentes.


Martín, A. G., & González, A. T. (2018). Educación mediática y su didáctica. Una propuesta para la formación del profesorado en TIC y medios. Revista Interuniversitaria de formación del profesorado, 32(1), 15-27.


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